UNA CUCADITA
Hace poco visité la ciudad de Baiona. Ya la conocía, pero siempre que tengo ocasión que gusta mucho recorrer las calles de su parte vieja. Quiso la casualidad que en esta ocasión coincidiese con un mercado en el que pude apreciar la rica gastronomía de la zona degustando morcillas, paté, miel de flores...
Pero lo que más llamó mi atención, en una calle junto a la catedral fue una pequeña o grande (no entré) librería. Como esas que salen en las películas, esas en las que me perdería horas. Lo que sucede es que no tengo ni idea de francés. Así que con asomarme y captar esta instantánea fue suficiente.
Pero lo que más llamó mi atención, en una calle junto a la catedral fue una pequeña o grande (no entré) librería. Como esas que salen en las películas, esas en las que me perdería horas. Lo que sucede es que no tengo ni idea de francés. Así que con asomarme y captar esta instantánea fue suficiente.
4 comentarios
buho -
Besos
Greg: No se´tú, pero yo si que tengo peligro. Me pierdo seguro. Cada vez que voy a la biblioteca me tiro dos horas, que hasta me doy miedo. Un día me despisté y en vez de tres libros, que son los permitidos, cogí cuatro. La chica que los apuntaba me miró con cara sorprendida; fue muy gracioso, la cara que se me puso a mí, imagínate. Ja, ja.
Besos
White: Es verdad, en serio que la próxima vez hasta la trastienda.
Un abrazo.
white -
Saluditos
GreGori -
Besos
erik -
Me encanta comprar esos libros viejos que estan llenso de notas de sus antiguos dueños, una parte de su vida a quedado ahi aunque el ya a lo peor no exista. Como el ultimo que compre, un ejemplar de las Flores del Mal de Baudelaire, lleno de notas de su amo porqu no estaba del todo de acuerdo con la traduccion que habia hecho en su dia el traductor de turno.
Jajaja
Es bonito entrar en esos sitios, si.