Blogia
buho

¡A la mierda!

¡A la mierda! La exigencia del perfeccionismo.
Shhhhhh....
La vida es dura.
El pájaro recorre el sendero buscando ramitas para su nido.
Ummm, ¡cuidado que el pájaro de al lado me las está robando!
Shhhhhh...
Cada uno tiene que buscarse sus ramitas.
Y yo tengo que buscar mis ramitas porque mis ramitas son las que me valen a mí pero es posible que a tí no te valgan. Y yo no puedo pretender que mi perfeccionismo sea el de los demás, es más, ni me puedo exigir a mi misma dicha perfección, porque meto la pata constantemente.
Shhhhhh...
Me parece que voy a mandar a la mierda mi exigencia de la perfección, porque no vale más que para darme problemas. Y así tampoco la exijo a los demás.

3 comentarios

Anónimo -

buho -

Greg: Me he dado cuenta de que exijo a los demás lo que me exijo a mí misma. Y eso no puede ser. Ya no es el hecho de exigir a los demás, es que conmigo me paso.
La mujer diez ¿no dicen eso?. Pues no, no puedo tener buen aspecto, tener mi casa recogida, agradar a todo el mundo cuando me apetece dar un grito, encima das el grito y te lo recriminan. Luego estoy dando vueltas a por qué he dado el grito, o lo que tenía que haber hecho.
No puedo llegar a todo. Necesito mis momentos de relax, de relajación.
Si no me exijo llegar a todo, es posible que tampoco exija a los demás.
Yo pienso que proyectamos lo que queremos o sentimos o sea que el paso está en darnos los balones que echamos fuera.
Si no quiero exigir he de comenzar no exigiéndome a mi misma.
Besos

GreGori -

Puedo confesar que, afortunadamente, me di cuenta que no debía aspirar a la perfección. Ahora intento comunicarlo a otras personas.
Otra cosa es mi manía por ser tan exigente respecto a las personas...
Besos