RECHAZO ESCOLAR
Se juntaron las dos partes
y confrontadas sacaron los trapos sucios.
Destinado a ser rechazado,
le escribieron una carta en la que afirmaban
que no era un buen amigo
y que no querían que se acercase más al grupo.
Los profesores miraron al escritor del papel
mientras le preguntaban como podía haber redactado aquello.
Como respuesta empezaron a salir lágrimas de sus ojos.
Mientras lloraba, su compañero, delante de todos, le indicó:
¿Por qué lloras si quien tendría que llorar debiera ser yo?