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buho

Del mundo

RECHAZO ESCOLAR

RECHAZO ESCOLAR

Se juntaron las dos partes
y confrontadas sacaron los trapos sucios.

Destinado a ser rechazado,
le escribieron una carta en la que afirmaban
que no era un buen amigo
y que no querían que se acercase más al grupo.

Los profesores miraron al escritor del papel
mientras le preguntaban como podía haber redactado aquello.
Como respuesta empezaron a salir lágrimas de sus ojos.

Mientras lloraba, su compañero, delante de todos, le indicó:
¿Por qué lloras si quien tendría que llorar debiera ser yo?

EN EL CAYUCO

EN EL CAYUCO

Por un futuro impredecible,
por una vida mejor
de presuntos sueños se desbordó el ánima
deshaciéndose en planes abocados
a un fracaso, o a una dicha.

En la oscura noche,
albergó su cuerpo aquella sucinta barca,
cuya silueta, escondían las negras aguas.
Olas valientes corrían raudas
removiendo almas que luchaban
contra el vaivén de una marea
que arrastraba el cayuco mar adentro.

Llegan a tierras extrañas en ese cuenco,
pieles oscuras de claros anhelos,
una tele y un trabajo,
con el de alimentar a los que atrás dejaron.
Y porque el que tenían se ha terminado,
deciden crearse nuevos sueños...

PATOS

PATOS

¡Vamos a la guerra!
Y todos como buenos patriotas, partieron.
Y así, Afganistán e Irak se vieron invadidos de sus defensores...
Se cierran los ojos mientras los israelíes bombardean Palestina y Líbano....

Pero eso sí, los estadounidenses, tienen que defender a ultranza el degradante trato que sufren los patos, al ser sobrealimentados para conseguir unos hígados voluminosos a fin de elaborar del foie. Y en Chicago ya han prohibido la venta de dicho producto, decisión que seguro, sigue todo el país. Que me parece muy bien, pobres patos, lo que van a sufrir...

Y los europeos nos preocuparemos por otra cosa que tendrá tamaña importancia.... Así nos luce el pelo... Así nos luce...

MADRE TIERRA

MADRE TIERRA

Pisa la tierra subyugando crueles terrenos,
andaba antes descalzo, el pie caído del cielo.
Desnudo soñaba su dueño con un caminar más suave y tierno
encontrando a cada paso, bayas frescas y frutos secos.
Afanoso, logró lo que ansiaba
doblegando ríos y horadando montes,
gritando ella, llora desesperada
madre tierra, única y violada.