CORRER
Correr, hacer deporte por extensión siempre me ha significado un esfuerzo. Es como que con hacerlo me obligaba a mi misma a realizar cosas que no quería y claro el esfuerzo era peor, resultaba ser lo más odioso del mundo.
Resulta que hace unos dos meses, decidí un día ir a correr. Ni yo me pregunto lo que pasó. En vez de preocuparme de la respiración y del dolor de piernas, se me iban los ojos a la hierba junto a la que corría. Vivo en una zona en la que hay unas marismas y hace poco las han preparado para poder dar largos paseos. Así que distraje mi atención con los trinos de los pájaros, con el agua que, escurridiza, se deslizaba entre los juncos, con la sensación de estar envuelta y formar parte de la naturaleza. Crucé un pequeño y gracioso puente de piedra sobre el que serpentea el camino que a los dos lados retiene vegetación y extensa vida y seguí corriendo sin parar hasta que me dí la vuelta que tuvo el mismo resultado que la ida.
Así que días después pasadas las terribles agujetas que me provocó el impulso, volví a ir a repetir la jugada. Y la sensación fue la misma.
Ahora dos veces mínimo por semana, una de las cosas que más me desagrabadan en el mundo, me aporta un crecimiento personal.
La partida que le saco a esta experiencia es tan sencilla que asusta. ¿A qué se le saca más beneficio? ¿A aquello que sabes que te encanta o a lo que te va a costar horrores? Sin duda, a lo segundo, lo que sucede que el hacerlo da tanto miedo, o desidia, o tristeza, o desgana lo que cada uno sienta al hacerlo que al final se convierte en una decisión que va a marcar la vida. Sea bueno o malo lo que se logre, sea positivo o negativo, lo cierto es que será productivo para uno mismo porque se ha intentado realizar lo que más se detesta o más se teme.
Siempre habrá un esfuerzo por crecer y eso es lo principal de todo aunque se fracase en el intento.
Resulta que hace unos dos meses, decidí un día ir a correr. Ni yo me pregunto lo que pasó. En vez de preocuparme de la respiración y del dolor de piernas, se me iban los ojos a la hierba junto a la que corría. Vivo en una zona en la que hay unas marismas y hace poco las han preparado para poder dar largos paseos. Así que distraje mi atención con los trinos de los pájaros, con el agua que, escurridiza, se deslizaba entre los juncos, con la sensación de estar envuelta y formar parte de la naturaleza. Crucé un pequeño y gracioso puente de piedra sobre el que serpentea el camino que a los dos lados retiene vegetación y extensa vida y seguí corriendo sin parar hasta que me dí la vuelta que tuvo el mismo resultado que la ida.
Así que días después pasadas las terribles agujetas que me provocó el impulso, volví a ir a repetir la jugada. Y la sensación fue la misma.
Ahora dos veces mínimo por semana, una de las cosas que más me desagrabadan en el mundo, me aporta un crecimiento personal.
La partida que le saco a esta experiencia es tan sencilla que asusta. ¿A qué se le saca más beneficio? ¿A aquello que sabes que te encanta o a lo que te va a costar horrores? Sin duda, a lo segundo, lo que sucede que el hacerlo da tanto miedo, o desidia, o tristeza, o desgana lo que cada uno sienta al hacerlo que al final se convierte en una decisión que va a marcar la vida. Sea bueno o malo lo que se logre, sea positivo o negativo, lo cierto es que será productivo para uno mismo porque se ha intentado realizar lo que más se detesta o más se teme.
Siempre habrá un esfuerzo por crecer y eso es lo principal de todo aunque se fracase en el intento.
6 comentarios
buho -
Un beso.
GreGori -
(¡Qué bien se acuesta uno por la noche después... :-)
buho -
Intentarlo y hacerlo con todas las fuerzas, no pensar lo que puede salir mal es lo principal, si después sale mal lo mejor es saber que se ha hecho lo mejor que se ha podido dentro de las posibilidades de cada uno.
Un beso gordo.
Mary: Agradable volver a tenerte en mi página. Especialmente en los retos es donde hay que borrar esas palabras a las que te refieres. Nunca, jamás, son son tan rotundas como todo lo contrario. Intentarlo es "siempre" lo que importa.
Un beso.
Hola Gregori: Guau, conseguir lo inesperado de verdad que gratifica, es genial, sobre todo si no te has rendido es una de los mayores logros que se pueden tener a nivel personal.
Un abrazo.
GreGori -
Corría por los campos de mi pueblo. Por eso sé por qué la gente suele correr en sitios verdes y frescos.
Ahora debería volver a recuperar ese hábito, porque como tú dices, es más gratificante conseguir lo... inesperado!
Un besito corredor
_Mary_ -
Muchos, muchos días sin entrar a los blogs amigos, por tener problemas con mi monitor. Espero que hayas pasado unos dís excelentes de vacaciones.
Los retos que la vida nos presenta son muy interesantes y hay que borrar de nuestro diccionario las palabras "nunca" y "jamás"; todo es factible de realización y todo cuesta.
Saludos desde México.
Corazón... -
Yo pienso lo mismo, lo mejor de todo es intentarlo aunque en el intento se muera...
Si no lo hacemos el día de mañana nos preguntaremos ¿Que hubiése sido de ello? La vida sólo una vez se vive...
A veces decimos ésto o el otro, no me gusta pero, como podemos decir NO a algo que no hemos experimentado... igual y termina por gustarnos que no?
Un besito y abrazo fuerte... feliz fin de semana pasalo bien!
;o)