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buho

Si...

Si... Si alguien nos devuelve luz, habrá que regalarle sombra honda y callada, con ojos negros como de hurí, de mirada abierta como un campo de amapolas silvestres, de andares ligeros como una garza; sombra tersa y nerviosa, que hilvana sonidos dulces y ajenos, como cuentas de un collar que sueña con perlas negras, las mejores, las más preciadas, las más deseadas, porque la negritud es un don, un regalo de la naturaleza que se equivocó afortunadamente.

Si alguien nos niega la gravedad, habrá que viajar con el aire. Ir al fondo de todas las cosas, lo que se ve y lo que no, lo que se aprecia y lo que se desprecia, lo que se conoce y lo que no, devolviendo a cada instante los pecios, esos suspiros que han ido engordando entre nubes, esos deseos que se inflamaron y luego, al no cumplirse, volaron como globos aerostáticos, todos esos anhelos que no tocaron tierra y, por tanto, se esfumaron. Habrá que tocar el horizonte, hacerse amigo de las estrellas, que son las joyas que llevan los ángeles entre sus ropajes blancos e inmaculados.

Si alguien nos regala olvido, cueva donde se esconde el tiempo que con mano firme y segura todo lo borra, habrá que improvisar recuerdos que canten antiguas melodías entre la sombra cercana y confidente; habrá que levantar brisas que traigan la lluvia alegre y dicharachera, la amiga de los pájaros y de las nubes, de las plantas y de las flores; habrá que improvisar una carpa donde juegue y se divierta todo aquello que deseamos que viva.

Felipe Juaristi

2 comentarios

buho -

Hola Gregori: Encontré este texto por casualidad y me encantó. Me resultó una delicia poder engarzar sentimientos o emociones con lo que nos ofrece la naturaleza.
Un beso.

GreGori -

Lo fundamental es franquear ese -a veces- abismo, entre lo condicional y lo materializado.