El miedo
Una mañana nos regalaron un conejo de indias.
Llegó a casa enjaulado. Al mediodía le abrí la puerta de la jaula.
Volví a casa al anochecer y lo encontré tal como lo había dejado: jaula adentro, pegado a los barrotes, temblando del susto de la libertad.
Eduardo Galeano
Llegó a casa enjaulado. Al mediodía le abrí la puerta de la jaula.
Volví a casa al anochecer y lo encontré tal como lo había dejado: jaula adentro, pegado a los barrotes, temblando del susto de la libertad.
Eduardo Galeano
2 comentarios
buho -
Un beso.
_Mary_ -
Tan acostumbrados estamos a los barrotes de una "ficticia prisión", que nos da mucho miedo ejercer la libertad; tal cual le pásó al conejillo de indias, que no se atrevió a estar fuera de ese ámbito, por miedo.
Saludos desde México.