Una lección
Aprender cuesta... Cometer los mismos errores una y otra vez. ¿Qué subterfugios pretendo utilizar para conseguir lo que quiero? Quiero algo de tí pero no te lo digo. ¿Cómo puedo pretender que sepas lo que necesito si no lo suelto? ¡Mierda!
Llevo tiempo diciéndote como me siento y el nexo de unión cada vez es más fuerte porque tú también lo haces, expresar tus sentimientos, pero lo que no puedes es entenderme, cuando me reprimo la salida de ciertos, como lo llamaría yo, deseos...
Me has dado una lección que no voy a olvidar. Una frase me ha hecho ver que te tengo por entero. Y lo gracioso es que es algo fácil no, facilísimo. Decir lo que deseo.
Sé por qué me reprimo, es una tarea mía quitar ese miedo.
Lo mejor de todo es saber que tengo la puerta abierta...
Y que tú, estás esperando...
Llevo tiempo diciéndote como me siento y el nexo de unión cada vez es más fuerte porque tú también lo haces, expresar tus sentimientos, pero lo que no puedes es entenderme, cuando me reprimo la salida de ciertos, como lo llamaría yo, deseos...
Me has dado una lección que no voy a olvidar. Una frase me ha hecho ver que te tengo por entero. Y lo gracioso es que es algo fácil no, facilísimo. Decir lo que deseo.
Sé por qué me reprimo, es una tarea mía quitar ese miedo.
Lo mejor de todo es saber que tengo la puerta abierta...
Y que tú, estás esperando...
2 comentarios
buho -
Vamos si él no sabe lo que deseo dificilmente podrá complacerme cuando nunca he exigido nada. Al principio fue complicado, lo intenté y he recibido una respuesta muy buena por su parte.
El problema es que todavía sigo cometiendo el mismo error de vez en cuando.
Compaginar deseos, pues unas veces tú y otras veces yo.
Besos
GreGori -
Es difícil llegar a alguna parte en común.
Al menos la puerta está abierta, la mitad del trabajo está hecha.
Besos