TUS OJOS
Una cena para dos. En un restaurante chino, vietnamita y japonés. La carta es un batiburrilo de desconocimiento al que no queda más remedio que lanzarse al vacío. Al final varios platos terminan repartidos en la mesa. Platos que compartimos...Una ensalada cargada de piñones, una tempura de langostinos, sushi de atún, rollitos de arroz rellenos de algas y envueltos en cientos de pepitas de sésamo que resultan ser deliciosos, carne de ternera caramelizada con hongos y pimientos...
Y tus ojos que brillan porque están disfrutando, porque estamos peleándonos con los palillos que hemos decidido utilizar mientras un exquisito vino blanco nos corre por la garganta. Has elegido el restaurante aunque yo no estaba demasiado convencida y resulta que me estoy pasando en grande. Van a traer el postre y de repente bajan la luz.
- Mira, han bajado la luz- me dices.
Yo me hago la loca y finjo no haberme dado cuenta. Estoy viéndolo todo en cámara lenta...La camarera en una esquina del restaurante con un trozo de tarta al que le está colocando una vela. La enciende y lentamente se acerca a nuestra mesa y la coloca frente a tus ojos. Un gesto de sorpresa y de vergüenza se entremezclan mientras tus brazos intentan tapar la cabeza que quiere esconderse.
-Feliz cumpleaños.
................................
No hago más que ver tus ojos
en expresión de niño agradando,
abriéndose en pestañar de abanico
una sorpresa y un iris pardo.
Tus ojos que se ríen
y los que he visto llorando
cuando se desbordan de pasión
por los dos extremos rolando.
Tus ojos que me miran,
con la mirada acariciando,
los que han visto conmigo amapolas,
los que me acompañan cuando descanso.